Desiree Jennings tiene 25 años y vive en Ashburn (Estados Unidos). Hasta hace poco, Desiree representaba la imagen de la salud: era animadora de los Washington Redskings y destacaba por su capacidad atlética. Hasta que el 23 de agosto decidió ponerse la vacuna contra la gripe estacional, tal y como había hecho en 2007 y 2008.
Ahora tiene problemas al hablar, al caminar y al comer. Sufre espasmos y su vida se ha convertido en un infierno. Para colmo, los efectos son irreversibles.
Pero flipar lo que la pasa, anda hacia atras y corre perfectamente, pero cuando lo hace para adelante:
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