Pasa para el fondo y ponte cómod@, hay gente muy maja y bebida fresquita. Estás en mi bitácora donde todo se relativiza, un poquito de ciencia, una pizca de humor, algo de actualidad y bastante sexo, como no.

lunes, 27 de febrero de 2012

Heroes en el silencio..pero para la historia

Desde el blog de mi amigo Juancar, copio y pego su texto:

Es algo de lo que siempre se habla cuando se acercan unas olimpiadas, al igual que nos visita el espíritu de la navidad cuando su llegada es inminente. Su bandera representa a los cinco continentes entrelazados entre si, unidos para competir amistosamente, y en sus colores están representados todos los paises del mundo. Más o menos todos tenemos una idea de en qué consiste el espíritu olímpico, pero a la vista de los acontecimientos que están teniendo lugar con la llama de este espíritu, que incluso ha llegado a apagarse a su paso por París, debemos preguntarnos si este mundo loco se está olvidando de él.

Existen muchas muestras a lo largo de la historia de los juegos que dan fe de la existencia de este sentimiento que inspira a la gente a ser mejores personas y superarse. Ninguno de nosotros olvidará a ese muchacho de Guinea Ecuatorial en Sidney 2002, que se quedó solo en la piscina olímpica y tardó casi dos minutos en nadar los dos largos de piscina, mientras era aplaudido, animado y ovacionado por la multitud. O poder ver competir a una sola Alemania y a Suráfrica en los juegos de Barcelona. Por supuesto también hay muchas sombras en el olimpismo, como el boicot de Estados Unidos a la U.R.S.S. en el 80, con la revancha de la U.R.S.S. en Los Angeles 84; o el horrible episodio de Munich 72 (inmortalizado recientemente en celuloide por el genio Spielberg).

Vivimos momentos que nos hacen recordar más sombras que luces. Por eso creo que es bueno recordar un momento del olimpismo que pasó a la historia por su simbolismo. Me refiero a los juegos de Berlín en 1936. Como todos sabeis Hitler estaba en su total apogeo de poder y el fantasma de la guerra planeaba sobre toda Europa. Hitler quería aprovechar estos juegos (debemos decir que antes de que Hitler ganara las elecciones ya se había decidido que se celebrasen en Berlín) para mostrar al mundo el poderío Nazi y la supremacía de la raza aria. Pero lo que no estaba en sus planes ocurrió.

Jesse Owens, un joven negro, nieto de un esclavo e hijo de un humilde agricultor que ni siquiera poseía la tierra que labraba, dejó perplejos a todos los Nazis al ganar cuatro medallas de oro, dejando humillados a esos muchachos blancos, rubios y de ojos azules, que se suponían imbatibles. Si, dejó himillados a todos, a todos menos a uno.


Sólo uno de los alemanes a los que derrotó Owens tuvo el valor para reconocer la superioridad del americano. Se trataba de Luz Long. No solo felicitó a Owens y le admiró tras su derrota en salto de longitud, sino que antes de que comenzase la competición charló con él amigablemente y le aconsejó. Es un detalle simple que debería haber pasado inadvertido, pero evidentemente en aquellos momentos estaba cargado de un simbolismo excepcional. Jesse Owens afirmó tras ganar sus cuatro medallas: "Tuvo muchísimo valor al acercarse a mi amistosamente cuando el mismísimo Hitler estaba delante...Puedo fundir todas las medallas y los trofeos que he ganado, pero no serían suficiente para compararse a la amistad de 24 kilates que sentí por Luz Long en aquel momento".

Luz Long pagó con su vida este sencillo gesto que quedará en el recuerdo de todos: los deportistas alemanes no estaban obligados a ir a la guerra; aun así lo enviaron como represalia a defender Sicilia, donde murió en Julio de 1943. Nos demostró que si queremos, podemos romper las barreras que nos impiden vivir, como dirían los franceses, con libertad, igualdad y fraternidad.

3 comentarios:

belkis dijo...

No conocía esta maravillosa historia, como hay tantas y tantas que debo desconocer.
¿Debería reenviar esta entrada a todos mis conocidos? No, haré lo que mejor sé y lo que mejor funciona en estos casos: educar.
A mi hija se la paso y al peque se la explico.
Gracias Farero, y a tu amigo. Ah...y gracias a Luz Long

El farero dijo...

Pues si, estas cosas son las que se deberían enseñar. No hay una asignatura de decencia, respeto, ciudadania, sexo, .....

Kike. dijo...

Yo creo que esto no se deberia enseñar como asignatura en las escuelas. Todo esto debe ser el dia a dia, y de continuo... No teoria, sino practica.
De todas formas farero, esto que nos traes aqui no vende... No hay sangre de por medio...
Asin somos.