Nada mas verle entrar supe que ibamos a discutir. Serían las 7 de la tarde de un jueves cualquiera, esperaba a mi marido llegar de su día de trabajo, para poder abrazarle un poquito y no sentirme tan solo como estos últimos días en los que él había estado de viaje. Pero nada mas lejos de la realidad, me dio un mísero pico y se fue al sofá a sentarse, intenté hablar con él que me contara como había ido todo, pero no hubo forma, asi que previendo que mi cabreo fuera aumentando cogí mi bolsa y me fui al gimnasio, así quemaba todo lo que tenia dentro que no era poco.
Solía ir un par de veces por semana, normalmente lunes y miércoles, en los que según me apetecía pues daba clases de aerobic, un poco de mantenimiento o bien me relajaba en el baño turco. No es que me haga mucha falta, porque según dicen estoy bastante bien, yo diría que resultona, de piel morena con cara de traviesa, aunque no tengo mucho pecho, si que tengo una cintura finita y un culete redondo de esos que gustan tanto a los chicos, además soy muy coqueta y siempre voy arregladísima.
El caso es que entré en el gym, me cambié y me puse el típico culotte con el que marcas todo todo y una camisetita ajustada sin sujetador debajo,

vamos que iba un poco provocativa. Nada mas entrar en la sala de musculación vi algo que me impactó, en una de las máquinas un chico hacía un ejercicio tumbado boca abajo, de espaldas a mi y moviendo solo de la cintura para arriba, el caso es que solo podía ver su bonito culo y sus piernas musculadas…ni me atreví a acercarme para observarlo mejor, y me situé en las bicis justo al otro lado de esa máquina. Mientras calentaba, me venián a la cabeza las imágenes de este chico, y de vez en cuando intentaba ver que hacía y ponerle cara.
La verdad es que soy bastante tímida y aquella situación me estaba trastocando mis esquemas, después del cabreo que tenia con Pedro, mi marido, me apetecia relajarme pero aquel culo no me lo permitía. Asi que le eché valor y me puse en una máquina para hacer piernas justo

enfrente de la suya, me senté y empecé a moverlas, es de estas que tienes que abrir y cerrar, para fortalecer los muslos, pero claro aquel movimiento era de los mas provocativo, sumado con el culotte blanco, la estampa tenia que ser de lo mas sugerente. El chico levantó la cabeza y tras estirarse un poco se quedó mirándome, aquella mirada me penetró de tal forma que me quedé aturdida, no sabría decir cuanto duró esto, pero viendo aquellos ojos claros y aquella cara con unos rasgos masculinos muy marcados se me olvidó donde estaba, entonces oí una voz que me decia si me podía ayudar con el ejercicio, tartamudee y me dijo:
- "Solo queria saber si os puedo ayudar, tenés que abrir mas las piernas, así " Y me cogió una pierna a la altura de la rodilla y me la echó para atrás. Entre el acento argentino, sus manos encima mio y el suave aroma que desprendía, no pude contener que me saliera un suspiro
- Estas bien?
- Uhmm muy bien
Tras hablar un ratillo sobre ejercicios y demas, que claro yo ni oia centrándome en aquel cuerpo que tenía el chaval (como unos 8 o 9 años menos que yo), seguimos cada uno por nuestro lado. Los cruces de mirada eran continuos, una de las veces incluso me atreví a pedirle que me ayudara con un ejercicio de pecho a situar bien los hombros, y él aprovechó para volver a ponerme sus grandes manos debajo de mis tetas.

Después de media hora de tonteo, debo reconocer que estaba mojada y lo que me apetecia era meterme en la ducha, y quitarme el calentón pensando en aquellos muslos y aquel culo. Asi que me despedí de él y me fui al vestuario. No había nadie.
Me recreaba con lo que había vivido, algo no habitual en mí, porque mi timidez me impide vivir este tipo de situaciones, así que me desnudé cogí la toalla y en eso se abrió la puerta y apareció él.
- Perdona, las duchas del vestuario de los chicos se han roto, te molesta si me ducho en este….

Le miré, me miró, le volví a mirar, y sin pensarlo dos veces le dije
- No no, duchate si quieres, no hay nadie mas.
Asi que me metí en las duchas, éstas eran individuales pero sin puertas, lo que me permitía ver aquel cuerpo, propio del David de Miguel Angel, en eso que se empieza a quitar el sleep y levanta la cabeza y se encuentra con mi mirada…me di la vuelta rapidamente, me habia pillado ufff, dios donde me meto…Oi unos pasos que se acercaban a mi ducha y de pronto dejer de oir nada, yo estaba de espaldas, asi que me dí la vuelta y alli me le encontré desnudo, empalmado y mirándome, no supe que hacer, debió ver mi cara asustada, y dio dos pasos para atrás sin dejar de mirarme y se metió en la ducha justo enfrente de la mía.
No sabia que hacer si salir corriendo, taparme…en esto que él se echó jabon en la mano y se empezó a tocar todo su cuerpo, la espuma, el agua cayendo sobre su piel,

sus movimientos y su mirada clavada en mis ojos, estaba a punto de hacer una locura, él seguía acariciándose suavemente y yo mirando atontada, hasta que desperté de aquel sueño y salí corriendo de la ducha, me vestí lo más rápido que pude y mientras lo hacía, le oí gemir en la ducha.
Llegué a casa sobresaltada, diría que muy excitada, como no lo había estado en mucho tiempo, y Pedro seguía alli delante de la tele, inmutable, asi que me arrodillé frente a él, le desabroché el pantalón, le bajé los calzoncillos bruscamente y me empecé a comer su polla como si la vida me fuera en ello, cuando lo tenía apunto me senté sobre él y lo cabalgué, le utilicé y mientras lo hacía me estaba follando a aquel chico de la ducha