Pasa para el fondo y ponte cómod@, hay gente muy maja y bebida fresquita. Estás en mi bitácora donde todo se relativiza, un poquito de ciencia, una pizca de humor, algo de actualidad y bastante sexo, como no.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Otro relato mas de otra bloggera

Desde el fantastico blog de Lydia:

Me sentía observada... como esas veces que sin verlo, lo presientes. En aquella cafetería, a pesar de estar abarrotada, había unos ojos clavados en mí. Giré ligeramente la cabeza y en una mesa del fondo una pareja parecía charlar animadamente, sin embargo los ojos de él estaban recorriendo mi anatomía. Naturalmente en ese instante saltaron todas las válvulas y mi propio cuerpo entró en transformación... No sé porqué, pero saber que un hombre acompañado se fija en mi, con mirada de deseo, provoca que yo misma reaccione mostrando mi mayor sensualidad, como respuesta al cortejo, salvo que esta vez, era yo la que quería ir más allá.

No me fijé demasiado en el físico del chico, pero tampoco importaba, sino saber si ambos podríamos llegar a esa locura, él con su atracción hacia mí y yo ganadora ante su hembra de que podría llevármelo a mi terreno en un instante. Así lo hice. Pagué mi café y esperé a que su novia, mujer o lo que fuese, desapareciera de escena, en el momento en que se dirigía al baño.

Me levanté llegando decidida hasta su mesa diciéndole: “En el parking de enfrente, H-36”. Apenas una corta frase y una mirada felina. Se quedó sin palabras... Nada más hacerlo me sentí poderosamente excitada, sin saber porqué había podido hacer una cosa así.

Llegué hasta mi coche, me senté en el asiento posterior y me deshice de mis braguitas... Después, esperé. Apenas en tres minutos le vi llegar... también parecía nervioso, sabedor de que aquella debía ser su única oportunidad, incluso para evitar que una hembra caliente que le había atraído y retado, pudiera escapársele… Se limitó a callar, algo que agradecí… no hicieron falta palabras, sin ellas nos centramos en compartirnos sexualmente, sin conocernos de nada, sin prepararlo ni planificarlo... sin preámbulos... ¡A saco! Nos besamos, nos acariciamos con urgencia, con desesperación, con deseo... follamos y gemimos... Fue rápido, casi sin tiempo para entenderlo...

Un instante después él se bajaba del coche y yo desaparecía de aquel parking a toda prisa sin mirar a atrás... solo me detuve un instante, miré por el retrovisor. Él ya no estaba... solo mis braguitas tiradas en el suelo. Fue una locura… sí… pero me encantó…

4 comentarios:

Lydia dijo...

Gracias por postear mi relato, por la mención y esas palabras.

Un beso muy fuerte.
Lydia

El farero dijo...

Me encanta como escribes, y la imaginación que muestras en tus historias. Desde aqui mi recomendación.

Un besote

Anónimo dijo...

Ni idea de si Lydia ha escrito algo producto de su imaginación, pero aún en ese caso, seguro que hay quien puede contarlo porque lo ha vivido.
Y digo yo, qué aburrida es la vida de una ¿no? Si es que no puede ser, habría que vivir una vida de cada modelo. Esta que me ha tocado a mi es del modelo soso tradicional, pero güeno, cada uno nace como nace jejeje
(si es que hasta he filosofado mentalmente un rato con el texto este, que me da a mi que no era el objetivo)

El farero dijo...

Desde luego es uno de los objetivos del blog, remover un poco la conciencia y aprovechar cada segundo de esta vida tan corta, y de la que hay que disfrutar tantas cosas. tsita solo hay que dar un paso adelante, y apostar por aquello que te apetece hacer, decir, conocer, vivir....