Pasa para el fondo y ponte cómod@, hay gente muy maja y bebida fresquita. Estás en mi bitácora donde todo se relativiza, un poquito de ciencia, una pizca de humor, algo de actualidad y bastante sexo, como no.

lunes, 10 de octubre de 2011

Alba

Todas y cada una de las noches que acuesto a mi pequeña Alba, siento un estraño hormigueo en el estómago, una sensación de calidez y ternura, que yo creo que es la esencia del sentimiento de amar a alguien. Entro en su habitación impregnada de su olor, las luces apagados y solo una pequeña bombilla azul en una esquina me deja ver su cama.

La dejo en su camita, la pongo el chupete se echa a un lado, y yo me pongo a su altura, siempre el mismo ritual, me mira y con su manita derecha coge la mia. Ese gesto la da seguridad, tanta que suele quedarse dormida al poco de sentirla... y yo atontado sigo ahi a oscuras, mirando a mi hija respirar, sintiendo una paz interior como ningún otro momento del día. Ella duerme felizmente, yo en estado hipnótico la miro y me siento FELIZ.

En esos 10-15 minutos que estoy a su lado, de fondo siempre suena la misma canción, una banda sonora que poniamos a Mario cuando estaba en la tripita de Rosa, y despues cuando era bebé. Es nuestra canción y queria compartirla con vosotros, hoy que estoy un poco tontorrón.



Adjunto comentario de Belkis que me encanta:

Ains Farero...por tu culpa se me está corriendo el rimel!

Parece un tópico decir que quien no es padre no puede entender estos momentos, pero es que es cierto.

Quien no tiene hijos puede vivir el amor, de mil maneras, pero ésta...es única.

Y tú, Farero, estás condenado ya a la grandiosa dulzura de velar el sueño de tu hija (de tus hijos) cada noche.

Te diré algo que te pasará: cuando Alba sea mayor, no mucho pero lo suficiente para empezar a salir hasta un pelín tarde con sus amigos, tú no dormirás tranquilo hasta que la veas acurrucada y soñando en su cama, aunque ella ya no necesite que la cojas de la mano.

Y cuando sea más mayor, y vuelva más tarde aún, dormirás a trompicones hasta que ella regrese a casa y tú la veas en su cama como ahora, como la niña que un día fue. Y ese hormigueo seguirá existiendo...yo diría que siempre.

4 comentarios:

TheGodfather dijo...

juer cuan bonito, estos posts llegan a la patata...si al final lo que de verdad importa son estas cosas, ni curros que van y vienen, ni crisis, ni el furgol ni nada...

El farero dijo...

asi es....la esencia de la vida

belkis dijo...

Ains Farero...por tu culpa se me está corriendo el rimel!
Parece un tópico decir que quien no es padre no puede entender estos momentos, pero es que es cierto.
Quien no tiene hijos puede vivir el amor, de mil maneras, pero ésta...es única.
Y tú, Farero, estás condenado ya a la grandiosa dulzura de velar el sueño de tu hija (de tus hijos) cada noche.
Te diré algo que te pasará: cuando Alba sea mayor, no mucho pero lo suficiente para empezar a salir hasta un pelín tarde con sus amigos, tú no dormirás tranquilo hasta que la veas acurrucada y soñando en su cama, aunque ella ya no necesite que la cojas de la mano.
Y cuando sea más mayor, y vuelva más tarde aún, dormirás a trompicones hasta que ella regrese a casa y tú la veas en su cama como ahora, como la niña que un día fue. Y ese hormigueo seguirá existiendo...yo diría que siempre.

Eres un tipo grande, Farero

Anónimo dijo...

Qué bonito!! Yo también me he puesto a llorar, me emociona muchísimo leer estas cosas. Aún no he tenido la oportunidad de sentirlo como vosotros pero espero, dentro de poco más de 4 meses poder decir que sé perfectamente de lo que hablais...Por ahora me conformaré con los sobris más preciosos del mundo...