Pasa para el fondo y ponte cómod@, hay gente muy maja y bebida fresquita. Estás en mi bitácora donde todo se relativiza, un poquito de ciencia, una pizca de humor, algo de actualidad y bastante sexo, como no.

martes, 11 de mayo de 2010

Como disminuir el paro

 LLevamos ya bastantes meses intentando solucionar como disminuir la tasa de paro en España, actualmente superior al 20% y con mas de 4,6 millones de parados. Y para estas y otras cosas, ¿por qué no miramos a nuestro alrededor? por ejemplo el camino seguido por Alemania, las circunstancias no son las mismas, la mentalidad tampoco, pero seguro que se pueden sacar conclusiones interesantes. Pero me he parado a buscar información del caso de Dinamarca, que actualmente posee una tasa de paro del 4%, y ¿por qué?

La solución se llama flexiguridad combinación de la flexibilidad para la empresa con la seguridad para el trabajador. En otras palabras, costes de despido bajos y protección por desempleo alta. La idea es que lo que funciona es proteger al trabajador, no necesariamente el puesto de trabajo. 


En ese país la prestación contributiva por desempleo dura hasta 4 años (en España dura como máximo de 2) y al inicio de sus periodos de paro, los trabajadores con salarios bajos reciben una prestación igual al 90% de su salario anterior (en España es un 70%). Pero resulta que Dinamarca ha tenido esa configuración de costes de despido y prestaciones desde hace décadas y, por ejemplo, en 1994 su tasa de paro era idéntica a la media de la Zona del euro, alrededor del 10%. Desde entonces ha caído tendencialmente hasta el 3% antes de la Gran Recesión. ¿Qué hizo el milagro? La flexiguridad ampliada con una tercera pata: las políticas activas de empleo. Desde el momento en que el trabajador se queda parado, la oficina de empleo hace un seguimiento de su proceso de búsqueda y le ayuda a mejorarla, le ofrece cursos de formación y puede retirarle las prestaciones por desempleo si no los sigue o si rechaza varias ofertas de empleo adecuadas para su cualificación.

1 comentario:

Güicho dijo...

Joder, que le pides peras al olmo, tío.

El problema es que el griego, el portugués, el español y el italiano promedio jamás han tenido una décima parte de la honestidad del escandinavo medio. Ni ante el trabajo, ni frente al gobierno.