Duro dia de trabajo

Cerré la puerta de casa tras un agotador día de trabajo, y allí estabas tu, sentada en una silla en mitad del salón con las piernas abiertas y con solo unas medias y unos zapatos de tacón, esperando mi reacción.

No supe que decir ni que hacer y te diste cuenta, asi que moviste tu dedo índice y me señalaste un punto entre tus piernas sin mediar palabra, seguí tus ordenes, tiré el abrigo al suelo, me arrodillé y empecé a lamer cada centímetro de tus muslos, notando que habías estado jugando antes de que llegara, y eso me puso mas caliente aún.

Sin apenas darme respiro, cogiste mi cabeza y la empujaste hacia tu sexo, la movías enérgicamente, mientras, intentaba mover mi lengua entre tus otros labios a la vez que oía tus gemidos, que iban en aumento. Ya no podía mas, me levanté te cogí por la cintura y te empujé contra la pared, te besé como nunca lo había hecho, casi mordiéndote a la vez que con la otra mano te agarraba el pelo, bajaste la cremallera del pantalón y me agarraste la polla dirigiéndola hacia tu tesoro, deslizándose con una facilidad pasmosa, en apenas 5 empujones te corriste como una loca mientras te comía los labios. Al terminar te abrazaste a mi, me dijiste lo mucho que me habías echado de menos durante todo el día, y el calor que tenias dentro de ti…el cual aun no habia desaparecido, asi que ya mas tranquilamente te cogí en brazos y te llevé a nuestro nidito de amor donde la fiesta continuó…..