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martes, 2 de febrero de 2010

Pedro Martinez de la Rosa

Fantastico texto sobre de la Rosa en Marca, la verdad es que desconocía por completo la personalidad de este chico, y merece un respeto total, y un aplauso unánime. Esperamos verte en el podium este año¡¡

"El gran secreto de Pedro es que nunca ha dejado de sentirse piloto, nunca ha sido un probador, sino alguien que durante unos años ha tenido que hacer ese papel, de ahí esa fe inquebrantable en que iba a volver". Miguel Ángel Domínguez conoce a Pedro de la Rosa desde hace 12 años. Le cuida y le mima como sólo lo puede hacer un fisioterapeuta y conoce la gran fortaleza del barcelonés: "Nunca se rinde, nunca flaquea, confía en él tanto que asusta".

De la Rosa ha sido presentado hoy en Cheste como piloto oficial de BMW Sauber, su quinto equipo en la Fórmula 1. Parecía imposible que después de correr en McLaren aquellas ocho carreras en 2006 tras la fuga de Juan Pablo Montoya, tuviera otra oportunidad. Han pasado tres largos años que caían como losas en el DNI del catalán, porque, ya se sabe, las canas son enemigas de la velocidad.

Sólo él y Reyes, su mujer, juntaban las manos noche tras noche para darle algo de calor al sueño. "Papá, eres el mejor piloto del mundo, no te rindas", era el mensaje de casa, de las tres niñas, Georgina, Olivia y Luna, sobre todo de la mayor, de siete años, la única que recuerda el podio de Hungría 2006, su mayor hito.

Por ellas y por su orgullo, Pedro nunca se ha rendido. La capacidad de automotivarse, según los que le rodean, ha sido casi suicida. Tiene una cuenta pendiente y el resquemor de no haber sacado todo lo que lleva dentro. Por eso quería tener la última oportunidad. Sus padres no estaban tan seguros del optimismo del piloto, sospechaban que la realidad le iba a caer encima en cualquier momento. "Ya eres mayor".

Sólo Reyes aguantaba el tirón, la misma que se fue con él a vivir a Japón en 1997, a un cuartucho infame donde apenas cabían los dos, durmiendo en el suelo. Allí empezó su carrera internacional, las victorias, el mote de Nippon Ichi, el número 1 en Japón y su salto a la F1 con Jordan. Si salió de aquello, ¿cómo no iba a confiar en volver a pilotar?

En estos últimos tres años ha mantenido un plan físico y mental tan extraordinario que los médicos de Sauber se han visto completamente sobrepasados cuando le hicieron el intenso test de pretemporada hace una semana. "Lo fácil para él hubiera sido descuidarse, sobre todo en 2009 que estaban prohibidos los test y sólo tenía que hacer simulador, pero incluso en verano se llevaba un plan físico diario del médico de McLaren. Si quedaba un milímetro de posibilidad, se entrenaba como el que más, más que los titulares. Muchos pilotos oficiales no tienen su forma física", afirma Domínguez.

La doctora de Sauber repasaba una y otra vez el dato: 11,5 de grasa corporal. Lo normal en alguien que está muy en forma es tener entre 14 y 17. Lo de Pedro es no tener, literalmente, un átomo de grasa extra. Sólo músculo y hueso. El resto vino por sí solo. La primera prueba fue subir 17 minutos a la bici estática, a la que se le iba incrementando el esfuerzo para monitorizar el corazón y la resistencia, la tensión. Cada tres minutos, un pinchazo en el dedo para analizar el oxígeno y la aparición del lactato, que indica la proximidad de la fatiga. El resultado fue que la fatiga llegó tan tarde como a un jovenzuelo, que se mantuvo entre 130 y 150 pulsaciones hasta que quedaba un minuto y medio para el final, cifras de carrera ligera, y que la potencia de las piernas, de 320 watios de media, es una monstruosidad, un tercio más que los preparadores físicos.

Kamui Kobayashi, su compañero en Sauber, no sabía lo que se le venía encima. A sus 23 años, un abuelo de casi 40 le estaba dando cera en un examen que duró de nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde. Sólo pudo verle en una prueba que le dejó blanco: Pedro aguantó quieto tres minutos y medio en un ángulo de 45º. Aguantando el abdominal en el punto más perro, vamos. Él no pudo llegar ni de lejos.

No sabía que Pedro tiene en su casa su propio gimnasio con máquina de cuello, bicicleta de spinning, pesas, cinta de correr, bancos... Que sólo se va de vacaciones a hoteles bien equipados, que se apunta a cualquier sarao donde haya que sudar. Ni sabía que en McLaren sus test físicos eran mejores que los de Kovalainen, y en muchos apartados, que los de Lewis Hamilton.

Para Kamui fue la segunda en la frente. El primer día que se presentaron ambos ante Peter Sauber y el resto del equipo, tuvieron que improvisar un discurso. Pedro es comentarista, ha hecho anuncios, lleva siete años haciendo las relaciones públicas de McLaren, ha realizado conferencias sobre tecnología, deporte y hasta alcohol al volante. Además es presidente de la Asociación de Pilotos de F1 y se sabe del reglamento hasta las grapas del libro. Se ganó al personal en 10 minutos y acabó entre aplausos.

Pero esta actitud de Pedro no ha sido por amor al arte, sino por amor a su deporte y por respeto profundo a su empresa. McLaren también ha tenido buena parte de culpa. Siempre tuvo en vilo al español, durante siete largos años. Llegaba el inicio de la temporada y le daban esperanzas de que podía ser piloto oficial, tenía que mantener un tono físico imponente. Pero nunca llegó el fichaje, sólo una suplencia temporal.

En 2006 aprobó con nota y un segundo puesto en Hungría, tener que hacer de gregario de Räikkönen, con el coche siempre más pesado, la táctica más conservadora y no meterse en líos en la carrera. Ese era su papel.
El momento más amargo llegó tras la marcha de Fernando en 2007, donde Pedro era el heredero lógico del asiento. "Sabía que Kovalainen no era mejor que él", afirma Domínguez. Hasta el Banco Santander presionó para que corriera, pero McLaren al final apostó por Heikki. Pedro nunca se quejó, pero estuvo a punto de derrumbarse. Reyes también vaciló. Hablaron. "Y si lo dejo, ¿a dónde voy? ¿qué hago? No me gusta otra cosa, ni ir a América. Estos son los coches que me gustan. Si quiero volver a ser piloto tengo que seguir aquí", le dijo. Nunca supo por qué no fue elegido. Pasados dos años, el finlandés se ha ido sin pena ni gloria y los datos telemétricos nunca fueron mejores que los de De la Rosa.

Pedro perseveró. "Si no corro es porque el de arriba no quiere", decía a sus íntimos. No es practicante, pero sí creyente y confiaba en que todo llegaría, porque era de justicia "Él es así, muy testarudo, tenía la fijación de volver a correr. Es muy perfeccionista, si algo lo puede hacer mejor, lo intenta, algo que encantaba en McLaren", señala su jefa de prensa, Claudia Cuello.

Durante tres años, Pedro se cogía todas los lunes y martes un vuelo a las cinco de la mañana de Suiza a Inglaterra y volvía a casa para cenar. Volaba a trabajar en el coche de otro, a poner buena cara en la parrilla de cada gran premio, a sacar el mejor chiste ante cada acto de un patrocinador. Nunca perdió un vuelo, ni falló un test. Tampoco evitó nunca subirse a dos aviones seguidos si eso le permitía acostar a sus hijas.
"Yo le he visto venir fundido, subir a acostarlas, contarles un cuento, y luego ir a hacerse un masaje.Como piloto es un 10, pero como padre y como persona, es un 11. Su familia es muy importante para él", dice Domínguez. "Sé que su gran ilusión cuando se suba al Sauber es que las tres le vean correr, porque o no habían nacido, o eran demasiado pequeñas en 2006", cuenta Claudia.

Y al final lo ha conseguido, hoy se enfunda el último mono de su carrera. "Necesitamos tres copas más este año papá, que somos cuatro chicas en casa", le ha pedido Olivia, de cinco años. Será difícil que gane carreras, pero no que luzca. Eso sí, a partir de mañana, en Cheste, cuando haga debutar el BMW Sauber, las tres niñas oirán un coche de carreras y dirán lo de siempre desde hace tres años: "Es papi, es papi". Y esta vez será verdad.

2 comentarios:

tiberio dijo...

Me alegra que pedro pueda correr de una vez, aunque no creo que el buga esté pata tirar cohetes.
En Mac Laren no han sabido sacarle partido, anda que no conocía la evolución del cohe..., en fin que se le va a hacer.
Toda una vida dedicada a la F1,ojalá tenga suerte porque se lo merece.

jai dijo...

AMEN.