Justo a la hora

Justo a la hora

Había quedado en la casa de Marta, vivía en una zona residencial de Valencia, sin muchos lujos pero muy cerca del centro y de su lugar de trabajo lo que la daba mucha flexibilidad y tiempo libre para sus cosas. Y allí estaba yo como un reloj llamando al timbre de su piso.

- ¿quieres subir un momento? Estoy terminando de arreglarme.

Me abrió, cogí el ascensor, aunque solo eran dos pisos, y al llegar a su puerta me la encontré entreabierta, en ese momento no sospeché nada, pensé “es lo lógico estará en el baño dándose los últimos retoques”.

Había quedado el día anterior para que me ayudara en la compra de un traje para mi inminente nuevo trabajo, mi chica estaba de viaje y no podía venirse conmigo, además Marta tenía mucho estilo vistiendo y había trabajado en un tienda de ropa años ha. así que la llamé y quedamos para el día siguiente.

Entré en su apartamento, directamente en el salón, donde entraba mucha luz por unos grandes ventanales al fondo, esa luz me impedía observar el resto de las casa. En ese momento Marta me dijo:

- ¿Me puedes ayudar?

La voz venía efectivamente del baño, debía estar terminándose de pintar y querría algun consejo, pensé con mi habitual inocencia. En este punto os tengo que comentar que Marta es una amiga de hace muchos años, con novio de esos de quita y pon, fisicamente resultona pero no es la típica chica que la ves por la calle y te das la vuelta, pero que una vez la conoces llama la atención y no sabría explicar el porqué, quizás por el morbo que despierta, por como se desenvuelve, por su timidez, por su sonrisa..no sé, el caso es que me atrae.

Caminé hasta el baño, cegado por la luz, abrí la puerta del baño que estaba cerrada y vi algo que no olvidaré jamás: Marta estaba de espaldas, con un vestido rojo ceñido en su cintura y culo, pero suelto por la parte de arriba lo que permitía apreciar su sujetador a través del espejo, unos zapatos negros de tacón y unas medias de redecilla completaban aquella maravillosa vista; pero lo que mas me impactó fue la mirada por el espejo que me echó, duraría 2 o 3 segundos pero a mi se me hicieron eternos, intenté aguantar la mirada hasta que me dijo

- Que puntual has venido, mira como me has pillado. Anda, abrochame la cremallera

Flipaba, Marta dejándose ver en sujetador, mientras intentaba dar con la cremallera miraba de reojo aquellos pechos firmes y grandes, incluso se transparentaban sus oscuros pezones. A medida que iba subiendo la cremallera, no sin dificultad, ella se echaba para atrás por la fuerza que ejercía para apretarla. Y en un momento dado plantó su culo sobre mi entrepierna y emitió un gemidito. Como un resorte mi pene se empalmó. No supe como reaccionar, que hacer, que decir, yo era muy feliz con mi chica y no quería traicionarla de esta forma ni tampoco quería perder una amiga. E hice lo que mi instinto me pedía, dejarme llevar. La di la vuelta bruscamente, la cogí la cabeza entre mis manos y nos fundimos en un apasionado beso, todo nuestro cuerpo estaba en contacto pero ella sin pensárselo dos veces me quitó la camisa bruscamente, saltando los botones por los aires. Mientras, yo le había levantado la falda y le empecé a tocar su culo respingón, descubriendo que llevaba un liguero con un tanguita.

Todo sucedía muy rápido, estabamos ya en su habitación, casi desnudos, besandonos como locos, cuando de repente se dió la vuelta, se puso a 4 patas y me soltó:

- Quiero sentirte bien dentro, pero hazlo ya.

Ringggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggg,,,,,,,, Diosssssss,

¿Qué es esto? Puñetero despertador, en el mejor momento ahggggggggg, pero sin son las 5 y media y he quedado con Marta a las 6. Me vestí todo lo rápido que pude, en ningun momento pensé en el sueño, no queria hacerla esperar. Y alli estaba a las 6 en punto, justo a la hora, llamé al timbre, y la dulce voz de Marta me contestó algo que me sobrecogió:

- ¿quieres subir un momento? Estoy terminando de arreglarme.

Dedicado a las chicas que leen el blog