Eres el presidente de un pais pobre de Africa, tus ciudadanos viven en la miseria, no tienen comida, no tienen trabajo, no tienen libertad. Tu tienes 5000 millones de euros en un banco en Suiza, palacios en cada ciudad, cientos de sirvientes besan el suelo que pisas, y mandas a tu antojo. Tienes el pais a tus pies, el mundo calla, nadie se moja, intereses economicos de por medio, o como dirían los finos, cuestiones diplómaticas.
Y ete aqui que una simple cerilla puede provocar el mayor incendio; un informático tunecino se viste de fósforo revolucionario, prendiéndose fuego como forma de protesta suicida ante la falta de perspectivas laborales de los jovenes y la corrupción en su pais.
Y el dictador viendolo todo por la tele, y riéndose, como solo lo saben hacer los hijos de puta forrados de pasta, pensando lo lejos que le quedaba todo. Dos meses mas tarde se encuentra a un pueblo en la calle, dando su vida por lo mas importante, la libertad, la libertad ante el opresor, ante el corrupto y ante el dictador. La gente muere en las calles, pero el resto sigue en pie al frente. Mientras el dictador con daikiri en la mano, le empieza a temblar el pulso, una llamada de unos, unas presiones de otros....
Y el joven Mohammed pierde en la batalla por la vida, pero gana la guerra por la libertad y como reguero de pólvora en la costa mediterránea, la gente sale a la calle buscando una nueva vida, un nuevo horizonte, un nuevo futuro para sus hijos y nietos. Y es que el pueblo unido......
1 comentario:
El pueblo unido -y más si está oprimido- jamás será vencido. Siempre y cuando no aparezca entre el pueblo uno, disfrazado de camarada, para implementar otra manera de dictatoriar. Que hay mucho lobo con piel de cordero por ahí. Digo yo.
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